domingo, 11 de noviembre de 2007

Prostitución: Desde otro punto de vista

Puerta de Madrid (Semanario de Alcalá de Henares, Madrid). 23 Julio 2007

Llevamos tiempo trabajando con mujeres prostituidas, también en Alcalá, y hace varios años publicamos en esta revista dos cartas en relación con este tema (20-3-1993 y 8-4-1995). Existen mitos sociales sobre la prostitución de las mujeres, que incluso comparten muchos profesionales de ayuda, que creemos que puede ser de interés debatir.

Se ha querido creer que los factores determinantes son de carácter socio-económico o bien el consumo de drogas; por ello se administró metadona como “limpieza social”. Hemos visto las consecuencias: aquellas mujeres fueron “quitadas” de las estaciones de tren y autobús y posteriormente de la carretera; pero otras han ocupado su lugar… ( a las que fueron “limpiadas” las conocemos personalmente y en la mayoría de casos su vida personal no ha mejorado sensiblemente, pero aunque muchas son “muertas en vida” ya no se las ve y no molestan).

Los factores que llevan a permanecer de forma prolongada, crónica, a unas mujeres en la prostitución y a otras no, no son la nacionalidad, el nivel socio-económico o el consumo de drogas (que serían solo desencadenantes), las causas internas hay que buscarlas en la infancia de la mujer, en sus relaciones de convivencia dentro de su familia de origen, en especial la falta de cariño por parte del padre, y en sus primeras relaciones sentimentales; todo ello crea un desarraigo emocional.

La prostitución por su misma naturaleza produce daños físicos psíquicos y psicosomáticos, por varios mecanismos, entre otros por estrés postraumático

El sexo físico (sin sentir ) que practican , excede la propia fisiología de cualquier mujer y agrava la inestabilidad vivencial y emocional

Además de una vida de incertidumbre, agresiones, accidentes, problemas legales y abusos de todo tipo, tienen que estar siempre en alerta controlando sus sentimientos y sensaciones (su cuerpo y su mente) , para agradar al cliente, protegerse, y mantener cierta autoestima, fingiendo, y sin poder realmente confiar en nadie.

La doctora Johnson y el doctor Masters, para sus conocidos estudios sobre sexualidad humana, descartaron trabajar con prostitutas: “ninguna tiene una pelvis normal” (presentan una congestión sanguínea crónica)

Aparecen problemas físicos o psicosomáticos: dolores abdominales , de cabeza, reumáticos; trastornos digestivas, fatiga, insomnio…
Aparecen problemas depresivos, inestabilidad emocional, irritabilidad, ansiedad, inquietud; dificultad para relacionarse, “embotamiento afectivo”, desinterés por las actividades cotidianas… en estas condiciones mantener una relación de convivencia, fuera del “ambiente” , criar hijos y las demás actividades normales llega a ser difícil y penoso
En contra de lo que mucha gente cree prostituirse en la calle puede ser mas seguro para las mujeres ; en la calle hay ciudadanos y Policía, en los clubs de alterne, generalmente en lugares apartados, todos los hombres, vigilantes , encargados, clientes, pertenecen al mismo “tipo”. Estas mujeres, detrás de una fachada legal viven un régimen de esclavitud (aunque no hayan sido traficadas ) pueden gritar, nadie las amparará: “el encargado me sacó a la calle, que era campo, y me dio dos bofetones”. El dinero, al menos en parte lo cobra el “marido” que “asignan” a la mujer. Por todo ello muchas prefieren la calle

La prostitución es una conducta `primaria que tiene unos mecanismos y causas especificas, intrínsecas en la mujer que la practica; estos factores psicosociales ,predisponen, refuerzan y agravan, en un proceso de retroalimentación . Si una mujer por su infancia no esta predispuesta no entrará o a la primera oportunidad se marchará, al estar poco tiempo, no sufrirá efectos graves a largo plazo
Si en una mujer concurren factores de riesgo, y permanece tiempo en la prostitución se producirán los daños arriba indicados, que harán cada vez mas difícil “salir” reparan las ayudas legales y socio-económicas, son necesarias pero no suficientes

Existen numerosos estudios a nivel mundial que apoyan este punto de vista

Referente al mito del dinero, no conocemos a ninguna mujer que ejerciendo la prostitución alcance a largo plazo unos ingresos estables que le permitan disponer de los bienes necesarios para llevar ella y su familia una vida normalizada.

Si bien en algunos momentos pueden ganar mucho el ambiente en el que se mueven y su propia inestabilidad vivencial y emocional hace que de la misma manera que ganan, gasten en bienes fungibles o suntuarios (en el día a día).
Suelen carecer de seguros sociales, no invierten en vivienda y con frecuencia su dependencia vivencial y emocional de otras personas (varones, generalmente) hace que sean estos los que se beneficien (coches etc )
Así hay mujeres latinas que envían regularmente dinero a su país, donde aumenta el patrimonio que administra un varón de la familia

Respecto a los “clientes” ¿la prostitución es la mejor educación sentimental para que un hombre establezca una relación de convivencia con una mujer y cuide y eduque a sus hijos?

¿A quien beneficia y a quien perjudica realmente la prostitución?; Hablamos de enfermedad social , pero la enfermedad se manifiesta siempre en un cuerpo, en una persona concreta, y hay unos síntomas y signos…


Francisco Serrano

Coordinador de la ONG Fundación Bachue

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